Los tres grandes mitos sobre las casas de madera
Ya hemos visto en varios artículos de nuestro blog como las casas de madera no son habituales en nuestro país. Sin embargo, en los últimos tiempos empiezan a proliferar este tipo de construcciones como alternativa a la vivienda tradicional.
Sus defensores le asignan más tiempo de vida, mejor integración con el entorno natural, menor coste y, sobre todo, mayor respeto por el medioambiente.
Sin embargo, en este último punto hay sectores que discrepan, achacando ciertos aspectos nocivos a la madera. Estudiémoslo: ¿son las casas de madera contrarias al medioambiente?
Desmontando mitos: 3 falsas críticas a las casas de madera
Los críticos que rechazan la construcción de casas de madera por ser contraria al medioambiente centran sus argumentos en los siguientes puntos:
- Excesivo desgaste forestal
Se puede pensar que la fabricación masiva de casas de madera podría llegar a deforestar nuestro entorno, ya que un uso excesivo de este material haría necesaria la tala intensiva de árboles. Sin embargo, nada más contrario a la realidad: países como Suecia, Finlandia, Canadá o Estados Unidos llevan décadas construyendo su parque de viviendas con madera y sus bosques no se han resentido. ¿La razón? Muy sencilla: para construir casas de madera, los fabricantes deben emplear maderas certificadas por la FSC, un organismo que vela por el cuidado al medioambiente y, en especial, por esta materia prima. Normalmente, la madera suele extraerse de plantaciones creadas para ello. En cualquier caso, la tala de un árbol obliga a la plantación de otro, en un proceso caracterizado por el respeto a los procesos naturales. - Proceso de fabricación más contaminante
¡Falso! La producción, transporte y manipulación de la madera son procesos mucho menos contaminantes que los que se emplean para la obtención de ladrillo y hormigón, que requiere de hornos a altas temperaturas y que genera un residuo mucho más contaminante: monóxido de carbono, cetona, hidrocarburos… - Mayor consumo energético
Tampoco es cierto. Las casas de madera no tienen un consumo energético mayor que las viviendas de hormigón. La madera es un gran aislante térmico que impide el paso de frío o calor, reduciendo la necesidad de calefacción o aire acondicionado; e incluso hay prototipos que consiguen reducir hasta un 90% el gasto energético respecto a las tradicionales de hormigón. Y, para finalizar, debemos tener en cuenta que la madera es un material natural, reciclable, reutilizable y totalmente biodegradable, con lo que su impacto ambiental es mucho menor que el de las casas de hormigón.
Además de haber desmontado los principales mitos sobre las casas de madera, Circemateria cuenta con personal altamente cualificado, utiliza productos de elevada calidad y realiza una explotación racional y sostenible de la madera.
Sabiendo todo esto, ¿te animas a vivir en una casa de madera?