Una casa de madera, la mejor opción para pasar el invierno
La madera, como elemento constructivo, es adecuada para todo tipo de climas. Sí, también para aquellos húmedos, pese a lo que muchos de vosotros podáis pensar.
Las casas de madera resisten estoicamente climas con un gran porcentaje de humedad, ya sean cálidos o fríos, pues se trata de un material orgánico con una gran capacidad de auto regulación.
De hecho, es normal ver casas de madera en países con climas húmedos, lluviosos y cálidos, por ejemplo países tropicales o subtrpicales, de la misma forma que son comunes en territorios escandinavos o en cordilleras como los Alpes, donde la humedad y la lluvia vienen acompañados de frío y nieve.
La madera es un gran aislante y regulador de la humedad ambiental.
El secreto de la madera como material regulador de la humedad
Desde tiempos inmemoriales, la arquitectura ha intentado adaptarse a la climatología del lugar. Los sistemas constructivos, los materiales empleados…, todo elemento y proceso debe acomodarse a las condiciones del clima para garantizar el confort de los residentes y la durabilidad de las viviendas.
Así, en los climas fríos y de alta montaña, la madera se ha convertido en un aliado excepcional, no solo por su respuesta a las bajas temperaturas sino por su capacidad para capear los fuertes vientos con notable éxito, mientras que en los climas cálidos y húmedos, las construcciones de madera habilitan sistemas de ventilación cruzada, para procurar las corrientes de aire dentro de la vivienda.
Y es que, la madera tiene la capacidad de autorregular el grado de humedad acumulado, peculiaridad que posibilita, por un lado, la evacuación de la misma por evaporación cuando es excesiva (tanto en la propia madera como en el interior del hogar) y, por otro, que no se deforme o presente deficiencias funcionales ante cambios bruscos. De ahí que sea desaconsejable barnizar revestimientos exteriores de madera, pues en muchas ocasiones, si no empleamos el producto adecuado, estaremos taponando los poros que, precisamente, posibilitan esa regulación de la humedad.
En definitiva, la madera es un material higroscópico y, como tal, tiene la capacidad de absorber y ceder humedad al ambiente que la rodea de forma natural, ya sea dentro o fuera del hogar. Esta gran cualidad confiere un plus de confort y bienestar a todas aquellas familias que apuestan en Galicia por la construcción de una casa fabricada con madera, independientemente de si este material se ha empleado de forma exclusiva para la ejecución de la estructura de la casa o también como fórmula para los revestimientos interiores y exteriores.
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La madera, como elemento constructivo, es adecuada para todo tipo de climas. Sí, también para aquellos húmedos, pese a lo que muchos de vosotros podáis pensar.